Los cafés en la Sabina saben mejor con su sol y el sonido que hacen los turistas más curiosos de Ibiza al llegar a esta isla en forma de bota. Yo, particularmente la llamo "little italy o little Sicilia". Todavía no me he cruzado por la carretera con el señor Fonda y Nicholson pero todo se andará... Más motos que en "easy ryder" pero con una cilindrada mucho menor a la de los moteros cinematográficos por antonomasia. La isla es idílica y sus puestas de sol enamoradizas, te llama al deporte y a respirar su aire más puro en el parque natural de Ses Salines. Hablaré también de La Mola y de su faro, que podría ser ubicado en el fin del mundo como en aquella película de hace ya unas cuantas décadas... Su mercadillo hipy con su más peculiar artista Fire Fox, un alemán que durante los últimos treinta años viene a la isla para vender sus mas valiosas obras impresionistas en su mercado. No hablemos de lo que se puede sentir en esta pequeña Italia, el corazón bombea a su ritmo natural y para el agobiado de la urbe no harán falta más ansiolíticos. Pon un médico en tu vida si eres agobiado en estos temas y, si no lo eres también os lo recomiendo, estos saben cuidar a la gente y darles un cariño especial. En mi humilde opinión puede llegar a ser absurdo vivir en esta isla sin un amor aunque este sea a distancia y mantenerlo vía telefónica...
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