"En un restaurante cualquiera"
-¿De dónde eres?, tu acento parece de italia.
-Italiano, de Roma
-Roma, qué bonito "hostia", me gustaría visitarlo algún día.
-?Conoces ostia?…
Así fue la conversación que tuve con el camarero de un bar al que fui el otro día a tomar un café con un amigo. Inconscientemente, y sin querer, nombré el puerto de Roma sin saber como se llamaba, y al exclamar lo bonito que me parecía aquello, -al menos en fotografías y alguna de las películas de Don Fellini que había podido ver hasta el momento-. Tres milenios abarca la historia de Roma, y yo sin saber el nombre de su puerto. -"Aibá la hostia"- diría un bilbaíno al enterarse de tal cosa.
Mi amigo, historiador él y docto en materia geográfica e histórica de nuestra humanidad, me comentó al salir de aquel local, la anécdota verbal. Ahora ya sé que Ostia es el puerto de Roma.
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