jueves, 25 de diciembre de 2014

Olvidos y recuerdos.

Los olvidos y los recuerdos, tan lejos y tan cerca, son conexiones que vamos a tener durante casi toda nuestra vida. Quién no tiene buenos recuerdos, quién no los añora y los intenta reproducir mentalmente una y otra vez así como van pasando los meses, los años, los lustros,  las décadas, y si nos ponemos tontos incluso milenios. A mí particularmente se me olvidan muchas cosas, hago uso de la fotografía para pegar un repaso a los últimos meses de mi vida y recordar cómo era, con quién me juntaba o qué comía. Interesante este invento de tomar fotos para los flojos en recuerdos neuronales hablando. No hay médico que te haga recordar los recuerdos que has olvidado, y que se han quedado atascados en tu memoria y no quieren desatascarse de la punta de la lengua como vulgarmente solemos decir, algunos no llegan ni a la lengua, se quedan, se pierden entre pensamientos, sueños y olvidos, otros se queman. No os voy a decir que no sea bonito divagar de entre los pensamientos en tus sueños. El otro día mi hermano me comentaba que a uno de nuestros ídolos le habían diagnosticado alzheimer y que el pobre no puede ni salir de casa porque se olvida incluso de quién es. Se llama Jack y se apellida Nicholson, lo he visto en mogollón de pelis desde que era pequeño hasta hoy día. De verdad que son cosas que pasan, que a uno le ponen triste. Posiblemente no se reconozca  ni a el mismo cuando tenga una fotografía suya delante de hace 20 años. Olvidos y recuerdos, así son las cosas en nuestra vida, pocos tristes y otros muchos de alegría, diversión y quién sabe. 

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