Entré por primera vez en un cine, la película no importa, lo importante de veras era mi primera vez en una gran sala. Puedo recordarla ascendente o descendente, según desde dónde se mirase. Tan solo puedo recordar porque desde hace ya muchos años es una tienda de ropa. La ilusión de los más pequeños se ha creado en las salas de cine. Mi padre nos llevaba de la mano a mí y a mi hermano. Nos mirábamos y reíamos al ver a papá dormido en la butaca entre nosotros dos. La película era "Los cazafantasmas", y en mi mente quedó grabada su primera escena en la biblioteca de New York. Fuimos a ver otras películas, pero ninguna como la primera. Los primeros momentos, esas novedades, son la sal y pimienta en nuestras vidas. Grandes ingredientes, grandes momentos.
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