viernes, 19 de diciembre de 2014

Aroma de café.

Se levantó de la cama como si se tuviese que comer el mundo, del salto que pegó saltaron todos los muelles del viejo colchón metálico que Paco usaba desde que era pequeño. Se acercó al baño para afeitarse y darse una ducha antes de salir un día mas a la calle. Enchufó el radiocasete como cada mañana e introdujo una cinta de música clásica, previamente dejó la ducha puesta para que se llenase de vaho el cuarto y así no pasar frío, es invierno. Cogerá la mejor de sus galas para salir a a calle pero no antes de haber dejado carne picada de la conservadora sobre el fregadero para que descongele en unas horas antes de la hora de la comida. En su nevera tiene una foto de familia, no es la suya. El papel está deteriorado y bastante viejo por las marcas que han ido dejando las polillas con el paso del tiempo. Carga esa cafetera italiana que tanto cariño le tiene, fue el regalo de alguien muy especial para él, la pone a fuego lento, no tiene quien le espere para desayunar, no hay prisa. El aroma del café le trae recuerdos de antaño, de cama, de pasión y de domingo, sabe que tan solo son recuerdos. -"Vamos pssss pssss, ¿boby?, ven aquí campeón que te ponga la correa"- Un día más y a la misma hora sacará a su perro a la calle, no tiene prisa, nadie le espera en casa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario