viernes, 1 de mayo de 2015

Aterrizando

No sé por qué pero aquella fotografía que hice en blanco y negro desde la ventana del avión justo en el momento de aterrizar en el aeropuerto de Barcelona me gustó desde el primer momento. Supongo que fue por la transición que estaba pasando en mi vida. La decisión de pasarla a blanco y negro fue porque el día era nublado, un poco de mí también estaba nublado como una canción de Cohen. Hoy ya ha pasado más o menos un año y he vuelto a encontrármela entre papeles, me volvió a gustar, pero sólo la observé durante segundos para no empacharme de tan bonita imagen. No sé lo que será pero desde el primer segundo en que la pude ver impresa me gustó. Tal vez sea por lo que significa para mí y lo que sentía en el preciso instante de realizar la instantánea. Puedo recordar el sonido de mi Nikon y el chirriar de las ruedas del avión. Viendo imágenes puedo oler, puedo sentir, puedo llorar. Insisto, sin fotografía no existiríamos. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario